El juego online ha dejado de ser una simple distracción para convertirse en una inquietante realidad entre los adolescentes cordobeses. Un reciente informe de la Defensoría del Pueblo de Córdoba ha revelado cifras que alarman y exigen una reflexión profunda sobre el impacto de esta práctica en los más jóvenes.
Entre los adolescentes de 14 a 17 años que participaron en el estudio, un 18,7% confesó haber apostado en los últimos seis meses, dedicando hasta tres horas diarias a esta actividad. Lo más preocupante es que el 46% de ellos invierte entre $1,000 y $5,000 por semana en apuestas, un monto que, en muchos casos, proviene de sus mesadas o incluso de dinero destinado a sus necesidades básicas, como la merienda y el transporte.
Las plataformas digitales y las billeteras virtuales se han convertido en los principales vehículos de esta tendencia, permitiendo a los jóvenes acceder fácilmente a juegos de azar que alguna vez estuvieron fuera de su alcance. Un 60% de los encuestados prefiere este tipo de entretenimiento, con un marcado interés por los juegos de casino y minijuegos, mientras que los deportes como el fútbol y el básquet quedan en un segundo plano.
El informe destaca que el fenómeno crece con la edad: a los 17 años, el porcentaje de jóvenes que apuestan se dispara, evidenciando una transición preocupante hacia un comportamiento cada vez más adictivo. El 15% de los encuestados confesó sentirse «enviciado», y un 11% admitió que el juego está comenzando a convertirse en un problema tangible en sus vidas.
Detrás de estas cifras, se esconde una realidad aún más alarmante: algunos adolescentes están llegando al extremo de vender objetos personales o endeudarse para seguir apostando. Este círculo vicioso subraya la urgencia de abordar el problema desde múltiples frentes, no solo para regular el acceso al juego online, sino también para educar a los jóvenes sobre los riesgos de la ludopatía.
Lucía Da Silva Santos, coordinadora del estudio y referente en el Programa Navegación Segura por Internet, señaló la necesidad de combatir el juego clandestino con mayor determinación. «Es fundamental que se incrementen las regulaciones y que se restrinjan las transacciones vinculadas a las apuestas desde las billeteras virtuales. Este es un problema que no podemos permitir que siga creciendo sin control», afirmó.
Este informe no solo ilumina una problemática que afecta a una franja vulnerable de la juventud cordobesa, sino que también lanza un llamado a la acción. La ludopatía adolescente es un enemigo silencioso, y es hora de enfrentarlo antes de que siga extendiendo su sombra sobre las nuevas generaciones.